No podemos negar que el trabajo es una parte fundamental de nuestra vida, para unos más que para otros. Mientras que para algunas personas el trabajo es simplemente una manera de obtener una compensación económica, para otras personas es algo más vocacional, que aporta beneficios a nivel emocional y personal. Algunas personas dedican a ello muchas horas por gusto, y otras... con mucho gusto no es que echen horas de más.
Unido al hecho de que el trabajo ocupa un lugar tan nuclear en nuestra vida, se encuentra el tiempo de descanso una vez que cerramos el ordenador, el despacho, o nos despedimos de nuestros compañeros hasta mañana o hasta el lunes. Ahora bien, ¿dirías que en tu vida tiene un lugar igual de importante el tiempo de descanso en comparación con el tiempo de trabajo? ¿Cuánta importancia le das a este tiempo ajeno al trabajo?.
En la actualidad, con nuestros ritmos frenéticos de vida, cada vez se dedica menos tiempo a desconectar del trabajo, incluso en vacaciones. Siempre hay algo más que hacer, que adelantar, o que mejorar, por lo que nos cuesta decir "Ya vale por hoy, mañana sigo con mis tareas". ¿Alguna vez te has sentido mal por acabar a tu hora? ¿Y por irte antes que tus compañeros, aunque ya fuese tu hora?.
Si te fijas, en muchas ocasiones todo esto tiene que ver con la presión social que sentimos por el entorno, ya que se ha normalizado el pasar más tiempo enfocados en el trabajo y cada vez menos en el descanso y el autocuidado. ¿Qué pensarán de mí si ellos se quedan haciendo cosas y yo me voy a mi hora y no me quedo un rato más? No confundamos ideas; no es lo mismo quedarte un rato más de manera excepcional para acabar algo que realmente necesitas tener finalizado para ese día, que quedarnos más allá de nuestra hora de forma habitual, cuando ya hemos estado trabajando de manera eficiente durante la jornada, pretendiendo abarcar y abarcar, sin ponernos un límite de tiempo para desconectar.
Por esto mismo, no debemos sentirnos mal si otros compañeros lo hacen y nosotros no, puesto que si trabajamos de forma comprometida, responsable y cumplidora, no tenemos por qué quitarnos ese importante refuerzo que es el descanso.
Y tú, ¿vas a empezar a premiarte un poquito más después tanto trabajo?
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